NUEVAS NOTICIAS.
Encendí el ordenador y... ¡Oh, Que sorpresa! Había recibido un correo de un concurso de fotografía al que me inscribí hace meses. La verdad es que yo lo daba por perdido, ya que había un nivel muy alto comparado con el mío. En el correo recibí la grata sorpresa de que era la ganadora ya que les gustó mucho mi estilo fotográfico. Me premiaron con un curso para formarme mejor. ¡Por fin mi sueño se hacía realidad!
EL ROBO.
Estaba sentada, como adormilada, cuando el reloj daba las tres. Me espabilé con un extraño ruido, pensé que era mi padre que había llegado de trabajar y e levanté del sofá para darle un abrazo como todos los días. Vi que no había nadie, estaba completamente sola, faltaban muchos objetos, la mayoría de ellos de valor, y de repente salió un hombre encapuchado salir de mi casa. No supe que hacer así que me tumbé en el sofá a asumir lo ocurrido hasta que llegó mi padre.
MI VERANO.
Mi verano 2014 no ha sido como todos los demás, ha sido especial. Ha habido malos momentos, pero han merecido la pena, solo por los momentos tan buenos que ha habido como "recompensa". Los días que he pasado en Laguna se han basado en piscina y más piscina, así que han sido un poco aburridos, pero los días en el pueblo han sido... como decirlo... ¡Increíbles! .
FIESTA SORPRESA.
Cuando me di cuenta, ya empezando a llover. Me tuve que resguardar , ya que no quería resfriarme. Entré en un bar con intención de tomar un café y reflexionar sobre la actitud de mis amigas. Me pareció muy extraño que no hubiese nadie y que estuviese todo apagado. Pregunté que si había alguien y de repente se encendió la luz. Estaban todos mis amigos allí, era una sorpresa por mi cumpleaños.
RUIDOS RAROS.
Me levanté y abrí el armario. No paraba de oír ruidos raros y me asusté. Pensé que sería una especie de rata, pero resulta que era mi perro. Le saqué asustada y le devolví a su cama.
EL TREN.
Llegué a la estación y el tren se alejaba por el horizonte. Él ya se iba, no había marcha atrás. No sabía si le volvería a ver ni a donde iba. Volví a casa a pesar de no parar de llorar, y allí estaba el. Había decidido quedarse conmigo e intentar buscar un trabajo por los alrededores. No me quiso abandonar por un trabajo de dos meses.
¡LA FAMILIA ESTÁ DE VUELTA!
Abrí la puerta creyendo oír un llanto. Me encontré a mi familia, no lo podía creer. estaban todos envueltos de lágrimas. Habían dado la vuelta al país sólo para verme. Llevaba un año en Sevilla por motivos personales, y fue el mejor regalo de cumpleaños que podría haber recibido jamás.
TRABAJO EN CLASE.
Manolo, el camarero de 30 años, un lunes, se dirigía a trabajar, cuando se encontró a Sandra. Era una chica de 14 años, viía en Valladolid, pero no conocía bien la zona y andaba un poco perdida. No tenía móvil, ya que en 2002, no era muy normal tener móvil a tan temprana edad, sólo dependía de un bolígrafo naranja. Manolo, no tuvo más remedio que coger su coche y llevarla a su casa, que estaba cerca de la catedral.